El parque El Ejido fue el lugar de
encuentro. A las 5 de la tarde comenzó la marcha entre el frío y la lluvia
típica de una tarde quiteña. "La marcha de las Putas", denominada así
por la traducción textual de la primera marcha realizada en Canadá, reunió a
mucha gente. Alrededor de 2.500 personas acudieron a esta marcha a favor de la
equidad y no violencia de género.
Mujeres con carteles con mensajes
como "no soy un perro, no me silbes", hombres, niños apoyaron la
marcha y promovieron el respeto de género con sus mensajes.
Las vestimentas fueron un detalle que
sobresalió en el desarrollo del evento. Algunas chicas portaban corsets con
ligueros y leyendas escritas con pintura en su cuerpo. Se vio también personas
que portaban vestimenta de monjas.
La comunidad GLBTI también participó con pancartas en las que pedían el respeto a la representación femenina en todos los
cuerpos.
Algo q llamó la atención fue la
representación de cómo el Estado y la iglesia manejan el rol de la mujer en la
sociedad con la participación de mujeres manejadas como títeres por zanqueros
que hacían la función de los poderes antes mencionados.
Mientras avanzaba la marcha, que se
dirigía a la plaza Foch, la lluvia se precipitaba, pero esto no alejaba a la
gente. A viva voz se escuchaba "No es No, que parte no entendiste, la N o
la O" o "Mi cuerpo es mío, no del Estado ni del Vaticano", entre
otras cosas. Pues la marcha planteaba también la libertad sexual.
Con ponchos y paraguas la gente seguía con la Marcha de las Putas que
culminó cerca de las seis de la tarde y se dio inicio al festival musical
en la Plaza Foch.